Alergias y naciones son expresión inevitable del mundo en que nos toca vivir: todos tenemos alergia a algo y nos sentimos parte de alguna nación. Todos sabemos de parientes o amigos que sufren de alergias severas a determinados agentes y que tienen una relación especial, de apego u odio, con tal o cual nación. No podemos elegir a qué tenemos alergia ni a qué nación pertenecemos; se trata de eventos sobre los que no tenemos control, donde la genética, el lugar el nacimiento o la exposición a determinados elementos en la infancia temprana juegan un rol crucial en determinar quienes somos.